Las personas con enfermedades autoinmunes suelen presentar un estado inflamatorio crónico en su organismo.
Reducir este estado inflamatorio puede disminuir y reducir la progresión de dichas enfermedades. Simplemente con algunas modificaciones en la dieta podemos ayudar mucho al organismo.
Así, existen alimentos que favorecen la inflamación del organismo, denominados pro inflamatorios, y otros que la reducen, con efecto antiinflamatorio.
Evitar que el organismo esté inflamado no sólo ayudará en el control del sistema inmune, si no que esta muy pro ado que puede reducir el desarrollo de determinados tumores y cánceres.
En la tabla siguiente, obtenida del libro: Salud a ciencia cierta, vemos un listado de variables nutricionales ordenadas según la respuesta inflamatoria que provoca en el organismo (más círculitos mas efecto):
Efecto antiinflamatorio (positivo) | Variable nutricional | Efecto proinflamatorio (dañino) |
Grasa trans | oooo | |
Grasa saturada | oooo | |
Hierro | ooo | |
Vitamina b12 | ooo | |
Grasa total | oo | |
Calorías | oo | |
Carbohidratos | o | |
Proteínas | o | |
Grasa monoinsaturada | ||
Riboflamina | ||
o | Tiamina | |
o | Acidos grasos poliinsaturados omega 6 | |
o | Folato | |
oo | Niacina | |
oo | Selenio | |
oo | Alcohol (moderado) | |
oo | Cinc | |
oo | Cafeína | |
ooo | Vitamina B6 | |
ooo | Vitamina A | |
ooo | Vitamina E | |
ooo | Vitamina C | |
oooo | Acidos grasos poliinsaturados omega 3 | |
oooo | Vitamina D | |
oooo | Magnesio | |
oooo | Betacaroteno | |
oooo | Fibra |
Cambiar el consumo de alimentos proinflamatorios por antiinflamatorios hará que nos encontremos mejor y, además, podrá repercutir en una mejora de enfermedades autoinmunes como: artritis reumatoide, lupus, tiroiditis de Hashimoto, esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn…
Productos que pueden ayudarnos
Fibra de hortalizas, verduras y setas
La fibra es un nutriente que llega a escasear en nuestra dieta actual. Si vemos en la tabla anterior, es el producto de más eficacia antiinflamatoria tiene para el organismo.
Introduce en la comida, hortalizas, verduras, setas… que además de aportar fibra, contienen muchos antioxidantes que ayudaran a reducir los daños el organismo ante una reacción autoinmune.
Además, la fibra de frutas, setas, verduras y hortalizas nutre y modifica nuestra microbiota intestinal. La flora intestinal correcta produce un montón de moléculas antiinflamatorias y ayuda a normalizar el funcionamiento del sistema inmune. Quizá te interese este artículo: Los científicos demuestran que la flora intestinal regula el sistema inmune
Algunas plantas medicinales
Existen alimentos que pueden ayudar a reducir la producción de citocinas proinflamatorias: sustancias que usa nuestro organismo para atacarnos en los procesos autoinmunes. El más conocido es el factor de necrosis tumoral alfa. (TNF alfa).
Por ejemplo, la ortiga es una planta que se lleva utilizando muchos años para ayudar en la artritis reumatoide (autoinmune). En particular el extracto hidroetanólico de la planta se ha estudiado con sangre humana y muestra una gran efectividad al reducir este TNF alfa comentado.
Pongo aquí un recorte técnico del ultimo postgrado de plantas medicinales que hice:
Si bien el extracto de ortiga utilizado es un producto muy CARO, el IDS23 (lo venden en Alemania), como alternativa podemos introducir en la dieta ortigas: sopas de ortiga, tortillas de ortiga, infusiones de ortiga, etc. Que son una delicia (recuerdo que saben como a espinacas) y seguro nos ayudarán algo en la enfermedad.
Pongo aquí un artículo que escribí hace unos años sobre la ortiga, por si fuera de interés: La ortiga mayor. Tres ideas para limpiar su “mala fama”: uso medicinal, gastronómico y para el pulgón!

Foto de ortiga mayor.
También puede ser interesante consumir silimarina, una sustancia beneficiosa que poseen las semillas del cardo mariano.
Es muy fácil de conseguir en farmacias y herboristerías, ya que se cultiva y consume mucho. La toman personas con cirrosis y/o hepatitis, pues es un potente antioxidante que ayuda a proteger y reparar las células del hígado dañadas.
Además:
- La silimarina posee también actividad antiinflamatoria e inmunomoduladora. El componente mayoritario, la silibinina, produce en las células Kupffer inhibición de la 5- lipoxigenasa y, como consecuencia, disminución de la síntesis de leucotrieno B 4, mediador de procesos inflamatorios.
- Por otra parte, la silimarina actúa sobre el factor nuclear-κB (NF-κB), considerado como regulador de procesos inflamatorios y reacciones inmunes. Dicha actuación consiste en un bloqueo de la activación de NF- κB, con la consecuente inhibición de la síntesis de distintas moléculas proinflamatorias, entre ellas el factor de necrosis tumoral (TNF-α).
Y aquí pongo una articulo sobre esta fantástica planta: El cardo mariano, un gran protector de hígado.
El bicarbonato, algo simple y al alcance de todos.
Existen una cosa muy simple que ayudar a mejorar el sistema inmune para que no nos ataque: el bicarbonato de sodio.
El consumo de 2g de bicarbonato al día, mezclada en el agua que bebemos, incrementa las células del sistema inmune que ayudan a controlar las respuestas autoinmunes. Enlace
Es algo muy barato y simple y, por lo que se ha visto, regula rápido el sistema inmune. La cosa es que se estudio clínicamente en personas sanas. No sabemos si también ayuda a regular los linfocitos T reguladores a personas con enfermedades autoinmunes.
Alimentos nocivos en enfermedades autoimunes / inflamatorias
Además del listado de alimentos proinflamatorios ya comentados que sería interesante reducir en nuestra dieta, existen alimentos que nos sientan mal, que nos son muy pesados, aunque a otras personas les sientan estupendamente bien: Cuidado con ellos.
El que un alimento nos siente mal se debe, entre otras causas, a que nuestro estómago no digiere bien alguna sustancia del mismo (normalmente proteínas). La dificultad de digestión se debe a factores personales/genéticos, donde no voy a entrar.
Si una proteína atraviesa el estómago sin ser “atacada” llega a nuestro intestino, donde tenemos unos receptores inmunológicos, como sensores, que dicen: aquí pasa algo raro, esta proteína no tenía que estar aquí. Entonces se pueden activan respuestas inflamatorias e inmunológicas que no son nada buenas cuando tienes una enfermedad autoinmune.
Las famosas alergias alimentarias se deben sobre todo a proteínas no digeridas de los frutos secos, pescado, lecha, soja… que nuestro organismo acaban detectando como nociva, desencadenando la alergia.
Por lo comentado, una forma sencilla de encontrarnos mejor es reducir la ingesta de alimentos que sabemos que nos sientan mal. Por ejemplo la leche de vaca tiene una proteína denominada lactoglobulina, que no está en la leche humana y puede provocar inflamación. También, si el gluten te sienta mal, reduce la ingesta de panes, bollería, pastas… de trigo y otros cereales que tengan esta proteína.
Todo esto hará que el organismo funcione mejor debido a que reducirás una fuente de inflamación general.

Estas son las harinas sin gluten más comunes
Cualquier alimento que active inflamación en el organismo puede incrementar las recaídas en enfermedades autoinmunes. Puede ser cualquier cosa: especias, raíces, harinas… no hay un listado general.
Existe un libro muy interesante para encontrar qué producto te está inflamando, sentando mal y, por ello, un candidato a que tu sistema inmune se descontrole: El espectro de la inflamación.
Importante: existen hongos cuyo consumo debería excluirse en una persona con enfermedades autoinmunes. Por ejemplo, el consumo de shiitake estimula la liberación de la misma molécula que nuestro organismo usa para atacarnos a nosotros mismos en muchas enfermedades autoinmunes: el Factor de Necrosis Tumoral alfa (FNT-α). Mientras que otras setas son inocuas en esto, como el reishi, según se ha visto en macrófagos humanos en una publicación de 2019 (puedes solicitarnos la publicación desde aquí).
Estrés y enfermedades autoinmunes
La última cosa que se sabe que aumenta mucho los achaques de muchas enfermedades autoinmunes es el estrés. De hecho, se observa una relación entre estrés y enfermedades autoinmunes que algunos indican como causa de muchas de ellas.
Cuando estamos sometidos a un estrés la hormona del estrés, el cortisol, aumenta. Esta hace que la energía se destine a los musculos y a otros sistemas y no al sistema inmunológico, que se ve afectado. El estrés crónico no solo reduce las defensas si no que también las desequilibra y, por ello, se estima que puede desencadenad procesos autoinmunes.
Aunque a veces no podamos cambiar el estrés del día a día, que sería recomendable, existen varias cosas que podemos hacer para reducir el mismo o por lo menos tolerarlo mejor.
- Dormir bien, por ejemplo, reducirá el cortisol, la hormona del estrés y también ayudará al sistema inmune. Domir bien y estrés.
- Hacer un rato de meditación al día, preferentemente cristiana, también reduce el estrés diario. El monje que cura el estrés.
- Unos minutos de ejercicio al día. ir andando al trabajo en vez de en coche, o salir en la parada anterior del metro para caminar un rato, subir escaleras en vez de tomar el ascensor, usar la bicicleta para desplazarte… Son cosas que se suman y que reducen nuestro estrés y mejoran el sistema inmune (ejercicio con moderación). Estrés y ejercicio.
Y, de nuevo, la alimentación
Una buena alimentación, variada y equilibrada hará que estemos fuertes para llevar con energía del día a día, que toleremos mejor el estrés y nos afecte menos al sistema inmune.
Para ello es fundamental que nuestra dieta incluya todos los oligoelementos necesarios para el normal funcionamiento del sistema inmune. Por ejemplo, nuestro reishi en polvo es fuente natural de cobre, lo cual ayuda al normal funcionamiento del sistema inmune.
Pero además del cobre existen otros 9 nutrientes indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmune. En este artículo lo comento: Dieta para las defensas.